martes, 24 de diciembre de 2013

De "CORINA"

ATARDECER

Largo paseo a la biblioteca,
Desde hace dos días,
He visto brazos heridos por el frío,
En un lugar oscuro a expensas de mi dependencia de ti
Y de tu corazón mórbido.
Y en la piedra he sosegado mi cara,
Llena de vergüenza,
En la piedra débil frenéticamente de la biblioteca 
Favorecida por el color triste de las cenizas.
En el agua no se reflejan las muertes
Que deseo se reflejen siempre.
Reglones y reglones de melancolía en Chevver y Sillitoe.
Una mirada me rescata entre los estantes anónima con deseos de
Desmoronarse sobre mí.
Se humedece mi corazón frío
 Nocturno.
Los libros decapitan a personas como tú y yo.
Los he acechado todo este invierno
Pero tendrías que rozar mi piel
Destellar con la luz de las lámparas.
Otros vienen aquí para postergar sus castigos
Para dejar de culpabilizarse
Y  no habrá otro lugar y otro momento
Para la tristeza y sus estrangulamientos.
Llueve quizás eternamente,
Este cielo es incapaz de destruirnos 
Y nos arrastra en calles estrechas,
Caminamos reteniendo los lugares
Con las manos.
En la biblioteca hay gente
Que desea postergar el final del día
Le es indiferente otro sitio
Embarrar con enfermedades el porvenir,
La desolación. 
Escribí en los libros de Chevver
Y Sillitoe: RESCATAME.
Adolescentes pasan fugaces por las escaleras
Mujeres sedadas e idas,
Miran absortas los estantes.
Desisto de mis piernas, 
Me siento en la última silla,
Recuerdo que nunca ocurrió
Ver las águilas solos,
Confesándonos sin ruido
Decididos a arremeter contra
Nosotros mismos.
Y era como si en un lugar no te amará
Y en otro sí 
Llenos de sueños microscópicos,
Despojados del cielo
De resentimientos vulnerables,
Con dóciles calumnias.
En la biblioteca se resquebrajan mis uñas
Mis encías sangran
Y me he enfrascado demasiado en la vida 
Pero ignoro la vida
Y busco un refugio

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